Momentos que vale la pena capturar Momentos que vale la pena capturar(2)

Lita. Aceptación y sanación

Me di cuenta de que era asexual durante una relación. Resultó ser una relación muy tóxica y mi orientación no se tomaba en cuenta. Me sentía decepcionada y equivocada sobre mi sexualidad, y mi pareja sólo empeoró las cosas. Estas fotos fueron tomadas durante días de dudas y miedo.

Después de la ruptura, me curé con arte y psicoterapia, y ahora por fin me siento real. Según mi propia experiencia, pedir ayuda no da miedo ni está mal, y no hay nada de qué avergonzarse, tanto si recibes ayuda de un pricoterapeuta como de un amigo. Mirar dentro de ti y tus traumas da miedo, pero es necesario para que no afecten tu vida más adelante.

He descubierto que las personas asexuales pueden aceptar el sexo como parte de la vida. Sin embargo, no debes hacerlo por el bien de alguien que ni siquiera te incluye en su entorno. Lo importante es establecer tu zona de comodidad mental y los límites que nunca se deben cruzar. Nadie está obligado a jugar con las reglas de otros.

Tienes que aprender a amar, o por lo menos a aceptarte a ti misma, en primer lugar. Aunque para mantener la autoestima, tienes que entenderte muy bien a ti misma, junto con todos los ángeles y demonios del subconsciente. ¡Lo que te mereces es sinceridad hacia ti misma y ausencia de autoengaño!

Cada uno de nosotros es único y merece ser feliz, aceptado y comprendido en nuestro círculo de seres queridos, amigos y comunidad. Puedes pensar mucho en que no eres lo suficientemente delgada, lo suficientemente bonita o cualquier otra cosa, pero este es tu cuerpo. Si te sientes cómoda y saludable, cualquiera que sea tu peso, la opinión de los otros no importa. Sólo tienes que aprender a escuchar tu verdad interior y a ser consciente.

Momentos que vale la pena capturar(3) Momentos que vale la pena capturar(4)

Denys. La primera vez en San Francisco

Nací y crecí en Lviv, una ciudad en la que nadie hablaba de homosexualidad. Lo escuché sólo en los medios de comunicación, no tenía amigos homosexuales, e incluso cuando me sentí atraído por los hombres, creí que este sentimiento no era real, porque nadie a mi alrededor era gay. A los 16 años me gradué de la escuela y tuve la oportunidad de visitar a mi tía en los Estados Unidos. Ya era más o menos consciente de mi identidad, pero aún no me había identificado como gay.

Cuando llegué a San Francisco, una ciudad de estilo disco y la capital gay del mundo, el Mes del Orgullo acababa de empezar. Había muchas banderas LGBT por todas partes, identidades LGBT en todas las tiendas y en cada calle, y me quedé mirándolo con los ojos bien abiertos porque nunca antes había visto algo así en Lviv.

En ese momento inmediatamente sentí una libertad tan salvaje, porque en las calles veía personas de orientaciones completamente diferentes, parejas diferentes a las que miraba con admiración. Miraba a los chicos que me miraban, fui a citas homosexuales y viví una vida normal que no había visto antes en Ucrania.

En los Estados Unidos sentí algo de fuerza en mí y allí empecé a hacer fotografía, que todavía admiro. A veces recordaba que esos días acabarían y que tendría que regresar a Ucrania. Fue un punto de inflexión cuando me di cuenta de que, a mi regreso a casa, tendría que crear un espacio que fuera tan cómodo como en San Francisco.

Estoy agradecido con todos los que hicieron que mi viaje a América fuera tan mágico. Si no hubiera sido por aquel viaje, no estoy seguro si ahora sería quien soy. Cambió completamente mi idea de vida, de sociedad, de heteronormatividad y, sobre todo, de fotografía. Sería genial traer ese espíritu a Ucrania y tanto Orgullo aquí. De hecho, es el sueño de mi vida.

Momentos que vale la pena capturar(5) Momentos que vale la pena capturar(6)

Kinder Limo. Conociendo a Dorian Electra

Nací en una sociedad heteronormativa y descubrí mi sexualidad al final de mi adolescencia, básicamente cuando tenía dieciocho años. Cuando aprendemos sobre este mundo, escuchamos música y miramos películas, la mayoría de las cuales son sobre experiencias heterosexuales. Es por eso que la mayoría de la gente se da cuenta de su sexualidad tarde, cuando ya son adultos. Y es por eso que la existencia del arte queer es tan importante.

Conocer a Dorian Electra fue una experiencia que me cambió la vida. Fue la primera vez que vi a una persona no binaria en la música. Nos conocimos via internet, como hacemos todos ahora. Me topé con su arte y me quedé sorprendida. De inmediato hice unas cuantas portadas y las publiqué en mi Instagram.

Le pregunté a Dorian si podía formar parte de su equipo y unirme a ellos en una gira por Los Ángeles como bailarina. ¡Me respondieron que podía unirme a ellos en una gira europea! Obviamente, fui la persona más feliz del mundo. Vi algo con lo que podía relacionarme.

En ese momento, me sentí cautelosa al respecto. No obstante, mi entorno empezó a cambiar. Era mi segundo año en la Universidad Católica de Ucrania y el hecho de que existieran personas diferentes y que yo encajara significaba mucho para mí. Había lugar para la duda, pero en medio año salí del armario como no binaria. Me sentí mejor, pero me tomó dos años aceptarlo y revelarlo al mundo.

Esa fue una de mis mayores inspiraciones para empezar a crear arte queer, decirlo bien alto, sentirme orgullosa y contar mis propias historias. Empecé a escribir música y espero que algún día alguien se descubra a sí mismo a través de mis letras. Empecé a investigar mucho y profundicé en la teoría queer. Espero que mi música ayude a otros a entenderse mejor a sí mismos. Los comentarios que recibo me hacen feliz.

Momentos que vale la pena capturar(7) Momentos que vale la pena capturar(8)

Nazarii. Saliendo del armario

Crecí en un pequeño pueblo en el oeste de Ucrania, donde lo único que la gente sabe sobre las personas LGBT es que están en algún lugar muy lejos y definitivamente no pueden estar cerca. Cuando era adolescente, comencé a darme cuenta de que me atraían los chicos, y mi mejor decisión fue esconderlo para no convertirme en el tema de todos los chismes locales y una decepción familiar.

Sin embargo, cuando entré en la Universidad de Kiev, comencé a conocer gente de toda Ucrania e incluso del mundo. Me di cuenta de que la gente es tan diversa y multifacética que encajar en una sola caja es simplemente incorrecto y absurdo. Entonces empecé a explorar más mi orientación y al principio supuse que era bisexual. Con el tiempo, me di cuenta de que solo me atraían los hombres y ya no deseaba encajar en un comportamiento socialmente aceptable.

Estas fotos fueron tomadas en la primera Marcha por la Igualdad en Kiev, a la que asistí con mi novio, Vova. Fue un momento muy importante para mí, porque me sentí parte de una gran comunidad de personas que eran como yo o entendían el concepto de igualdad.

Entonces quise salir del armario delante de mis padres porque por fin me di cuenta de que esta es mi vida y la estoy viviendo por mí mismo. Estaba mentalizado que podríamos dejar de comunicarnos. Sin embargo, todo salió mejor de lo que esperaba y ahora puedo hablar de mi relación con ellos. He decidido ser un ejemplo para otras personas LGBT+ que buscan apoyo.

Este año salí públicamente del armario y por fin sentí total libertad y paz interior con quien soy. Sí, es posible que alguien no me apoye o incluso me condene, pero sé que tengo a mis amigos, mi familia y mi novio cerca, personas que me aman y me aceptan por completo. Todo lo que queda es lograr la igualdad de derechos a nivel gubernamental.

Lita. Aceptación y sanación

Me di cuenta de que era asexual durante una relación. Resultó ser una relación muy tóxica y mi orientación no se tomaba en cuenta. Me sentía decepcionada y equivocada sobre mi sexualidad, y mi pareja sólo empeoró las cosas. Estas fotos fueron tomadas durante días de dudas y miedo.

Después de la ruptura, me curé con arte y psicoterapia, y ahora por fin me siento real. Según mi propia experiencia, pedir ayuda no da miedo ni está mal, y no hay nada de qué avergonzarse, tanto si recibes ayuda de un pricoterapeuta como de un amigo. Mirar dentro de ti y tus traumas da miedo, pero es necesario para que no afecten tu vida más adelante.

He descubierto que las personas asexuales pueden aceptar el sexo como parte de la vida. Sin embargo, no debes hacerlo por el bien de alguien que ni siquiera te incluye en su entorno. Lo importante es establecer tu zona de comodidad mental y los límites que nunca se deben cruzar. Nadie está obligado a jugar con las reglas de otros.

Tienes que aprender a amar, o por lo menos a aceptarte a ti misma, en primer lugar. Aunque para mantener la autoestima, tienes que entenderte muy bien a ti misma, junto con todos los ángeles y demonios del subconsciente. ¡Lo que te mereces es sinceridad hacia ti misma y ausencia de autoengaño!

Cada uno de nosotros es único y merece ser feliz, aceptado y comprendido en nuestro círculo de seres queridos, amigos y comunidad. Puedes pensar mucho en que no eres lo suficientemente delgada, lo suficientemente bonita o cualquier otra cosa, pero este es tu cuerpo. Si te sientes cómoda y saludable, cualquiera que sea tu peso, la opinión de los otros no importa. Sólo tienes que aprender a escuchar tu verdad interior y a ser consciente.

Denys. La primera vez en San Francisco

Nací y crecí en Lviv, una ciudad en la que nadie hablaba de homosexualidad. Lo escuché sólo en los medios de comunicación, no tenía amigos homosexuales, e incluso cuando me sentí atraído por los hombres, creí que este sentimiento no era real, porque nadie a mi alrededor era gay. A los 16 años me gradué de la escuela y tuve la oportunidad de visitar a mi tía en los Estados Unidos. Ya era más o menos consciente de mi identidad, pero aún no me había identificado como gay.

Cuando llegué a San Francisco, una ciudad de estilo disco y la capital gay del mundo, el Mes del Orgullo acababa de empezar. Había muchas banderas LGBT por todas partes, identidades LGBT en todas las tiendas y en cada calle, y me quedé mirándolo con los ojos bien abiertos porque nunca antes había visto algo así en Lviv.

En ese momento inmediatamente sentí una libertad tan salvaje, porque en las calles veía personas de orientaciones completamente diferentes, parejas diferentes a las que miraba con admiración. Miraba a los chicos que me miraban, fui a citas homosexuales y viví una vida normal que no había visto antes en Ucrania.

En los Estados Unidos sentí algo de fuerza en mí y allí empecé a hacer fotografía, que todavía admiro. A veces recordaba que esos días acabarían y que tendría que regresar a Ucrania. Fue un punto de inflexión cuando me di cuenta de que, a mi regreso a casa, tendría que crear un espacio que fuera tan cómodo como en San Francisco.

Estoy agradecido con todos los que hicieron que mi viaje a América fuera tan mágico. Si no hubiera sido por aquel viaje, no estoy seguro si ahora sería quien soy. Cambió completamente mi idea de vida, de sociedad, de heteronormatividad y, sobre todo, de fotografía. Sería genial traer ese espíritu a Ucrania y tanto Orgullo aquí. De hecho, es el sueño de mi vida.

Kinder Limo. Conociendo a Dorian Electra

Nací en una sociedad heteronormativa y descubrí mi sexualidad al final de mi adolescencia, básicamente cuando tenía dieciocho años. Cuando aprendemos sobre este mundo, escuchamos música y miramos películas, la mayoría de las cuales son sobre experiencias heterosexuales. Es por eso que la mayoría de la gente se da cuenta de su sexualidad tarde, cuando ya son adultos. Y es por eso que la existencia del arte queer es tan importante.

Conocer a Dorian Electra fue una experiencia que me cambió la vida. Fue la primera vez que vi a una persona no binaria en la música. Nos conocimos via internet, como hacemos todos ahora. Me topé con su arte y me quedé sorprendida. De inmediato hice unas cuantas portadas y las publiqué en mi Instagram.

Le pregunté a Dorian si podía formar parte de su equipo y unirme a ellos en una gira por Los Ángeles como bailarina. ¡Me respondieron que podía unirme a ellos en una gira europea! Obviamente, fui la persona más feliz del mundo. Vi algo con lo que podía relacionarme.

En ese momento, me sentí cautelosa al respecto. No obstante, mi entorno empezó a cambiar. Era mi segundo año en la Universidad Católica de Ucrania y el hecho de que existieran personas diferentes y que yo encajara significaba mucho para mí. Había lugar para la duda, pero en medio año salí del armario como no binaria. Me sentí mejor, pero me tomó dos años aceptarlo y revelarlo al mundo.

Esa fue una de mis mayores inspiraciones para empezar a crear arte queer, decirlo bien alto, sentirme orgullosa y contar mis propias historias. Empecé a escribir música y espero que algún día alguien se descubra a sí mismo a través de mis letras. Empecé a investigar mucho y profundicé en la teoría queer. Espero que mi música ayude a otros a entenderse mejor a sí mismos. Los comentarios que recibo me hacen feliz.

Nazarii. Saliendo del armario

Crecí en un pequeño pueblo en el oeste de Ucrania, donde lo único que la gente sabe sobre las personas LGBT es que están en algún lugar muy lejos y definitivamente no pueden estar cerca. Cuando era adolescente, comencé a darme cuenta de que me atraían los chicos, y mi mejor decisión fue esconderlo para no convertirme en el tema de todos los chismes locales y una decepción familiar.

Sin embargo, cuando entré en la Universidad de Kiev, comencé a conocer gente de toda Ucrania e incluso del mundo. Me di cuenta de que la gente es tan diversa y multifacética que encajar en una sola caja es simplemente incorrecto y absurdo. Entonces empecé a explorar más mi orientación y al principio supuse que era bisexual. Con el tiempo, me di cuenta de que solo me atraían los hombres y ya no deseaba encajar en un comportamiento socialmente aceptable.

Estas fotos fueron tomadas en la primera Marcha por la Igualdad en Kiev, a la que asistí con mi novio, Vova. Fue un momento muy importante para mí, porque me sentí parte de una gran comunidad de personas que eran como yo o entendían el concepto de igualdad.

Entonces quise salir del armario delante de mis padres porque por fin me di cuenta de que esta es mi vida y la estoy viviendo por mí mismo. Estaba mentalizado que podríamos dejar de comunicarnos. Sin embargo, todo salió mejor de lo que esperaba y ahora puedo hablar de mi relación con ellos. He decidido ser un ejemplo para otras personas LGBT+ que buscan apoyo.

Este año salí públicamente del armario y por fin sentí total libertad y paz interior con quien soy. Sí, es posible que alguien no me apoye o incluso me condene, pero sé que tengo a mis amigos, mi familia y mi novio cerca, personas que me aman y me aceptan por completo. Todo lo que queda es lograr la igualdad de derechos a nivel gubernamental.